En la parcela de 20.000 metros cuadrados en la que convivimos las personas
(mi familia y yo, y con frecuencia mis amigos) y nuestros perros, hemos
querido crear un ambiente los más fresco, acogedor y pos supuesto,
ecológico, que hemos podido. Consecuentemente, la hemos reforestado
con especies arbóreas y arbustivas, la mayoría autóctonas
del Pirineo y de las Sierras Prepirenaicas, como son:
Carrascas (encinas) |
Robles |
Tilos |
Distintas variedades de arces |
Nogales |
Olivos |
Servales de campo (de los cazadores y del Pirineo)
y servales domésticos como la "cerollera" |
Cedros |
Litoneros |
Sabinas albares y negras |
Almendreras |
Tamarices |
Granados o "minglaneras" |
Abetos |
Pinos piñoneros |
Avellanos de monte |
Tejos |
Boneteros |
Boneteros alados |
Enebros |
Castaño autóctono |
Cornejos de distintas variedades |
Lentiscos |
Romeros |
Tomillos y lavandas |
Etc. |
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Nuestra afición por las especies vegetales de la zona, no nos
ha hecho renunciar a disfrutar de la belleza de otras foráneas,
como son las secoyas rojas, las metasecoyas, los gingos, los tulipiferos
de Virgina, los falsos cipreses de los pantanos, entre otras.
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Típica estampa invernal
del centro de crianza y selección |
Además, comprometidos con el patrimonio genético del Pirineo,
mantenemos un pequeño núcleo de varias de las razas domésticas
pirenaicas, que desgraciadamente están en peligro de extinción
y de las que ahora mismo hay exitosos proyectos en marcha para su recuperación.
En ésto tengo que agradecer a dos personas estrechamente vinculadas
al estudio y la promoción de estas razas como son Ricardo Azón
y José Ramón Cajal, la ayuda prestada en el conocimiento
de las mismas, y la adquisición de ejemplares de calidad. Estas
son:
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